Cuando los gatitos tienen tres o cuatro semanas se interesan cada vez más por su entorno y también por la comida de su mamá. En sus primeras semanas de vida los gatitos necesitan solamente leche de la mamá y ningún alimento adicional.

Si los pequeños gatos se inquietan, probablemente no quedaron satisfechos con la ración de leche. En este caso deberías darles un sustituto de leche de la mamá especialmente preparado. No uses leche de vaca o cabra: ambas tienen otros nutrientes que la leche de gatos y no se deberían suministrar a los pequeños gatitos.

Aproximadamente después de la cuarta semana de vida se puede acostumbrar los gatitos a la comida. Cuando les ofrecés comida por primera vez asegurate que esté desmenuzada: remojá la comida y revolvela hasta que quede como puré. Lo más recomendable es la alimentación especial para pequeños gatos, como por ejemplo Whiskas Gatitos seco y húmedo.

De a poco los gatitos comenzarán a comer más, hasta que después de ocho semanas serán totalmente destetados. Después del destete, deberán comer cuatro o cinco veces al día.