Muchos dueños de gatos saben que la alimentación juega un rol importante para la salud de tu mascota. Sin embargo, la alimentación del gato no debería ser una tarea de tiempo completo. Si se sabe cómo llevarla adelante, todo es mucho más simple:

MANTENER EL RITMO: Alimentá a tu gato dos o tres veces al día siempre a la misma hora. Si tu gato es flaco también podés poner todo el día el alimento seco a su disposición.

FIJARSE EN LA CANTIDAD: La cantidad de comida indicada en el envase es una guía que sirve para orientarte. La cantidad real de la comida se debe determinar para cada gato individualmente. En general deberías sentir las costillas al acariciar su torso. En caso contrario, se debería reducir la ración de comida. Si tu gato se mantiene en buena forma con una determinada cantidad de Whiskas, perfecto, seguí así.

PERMITIR EL DESCANSO: Después de comer, tu gato necesita tranquilidad. Siempre jugá con él después de que haya hecho una buena siesta.

LIMPIAR: Limpiá el recipiente de la comida diariamente. Si tu gato no come su alimento húmedo, retirá los restos después de 20 minutos.

MANTENER LA COMIDA FRESCA: No des todo el contenido de la lata o bolsa. Después de abrirlas envolvé el resto herméticamente y guardalo en un lugar fresco. Así la comida se mantiene fresca y con buen sabor.

CALENTAR: Servir el alimento húmedo directamente de la heladera al recipiente no es sano. La comida muy fría irrita el estómago de tu gato y puede causarle inflamaciones de la membrana mucosa y vómitos. Por esto sacá la comida a tiempo de la heladera y asegurate que tenga una temperatura natural. Si usás un microondas revolvé la comida para calentarla de forma pareja y nunca servir a más de 35 grados.

CAMBIAR CUIDADOSAMENTE: los cambios abruptos y frecuentes de la comida pueden desordenar la digestión. Es decir que generalmente conviene quedarse con una marca de alimento dentro de la cual se pueda variar los sabores. Si querés cambiar la comida, mezclá el alimento nuevo con el anterior con cantidades cada vez más grandes, durante una semana.

PROPORCIONAR AGUA: El agua potable fresca siempre debe estar a disposición. Es mejor que no esté directamente al lado del recipiente de comida: si es posible repartí varios recipientes con agua en toda la casa. Seguramente notarás que toma más cantidad.